Instalación y reparación de riego automático

Siempre que instalamos o reparamos un sistema de riego damos el mismo consejo a nuestros clientes acerca de cómo deben regar su jardín.
Lo ideal es disponer de un programador de riego con diferentes programas que nos permita asignar diferentes días de riego, y no solo tiempo, a las zonas de praderas y a las zonas de árboles y arbustos.
Praderas de césped
El número de días y tiempo a regar dependerá de la época del año, pero requierens de riegos frecuentes y cortos, Las raices de las plantas cespitosas son poco profundas, basta con que la humedad alcance 5 ó 10 cm. de profundidad, por eso no tiene sentido dar riegos largos. Lo que resulta muy conveniente es NO regar todos los días, aunque estemos en verano dejar al menos un día de la semana sin regar para que se oree la tierra.
Ojo con los árboles plantados en praderas!!, precisamente este tipo de riego que mantiene siempre humeda la capa superficial de la tierra genera problema con los árboles, éstos buscan la humedad de la forma más sencilla que puedan y si está en la superficie crearán un sistema radicular superficial y horizontal que no les permite anclarse bien al terreno. En este sentido todos hemos visto caer pinos situados en praderas de césped, estos árboles de grandes, densas y pesadas copas son muy susceptibles de sufrir este problema. Además las raices superficiales se convierten en una competencia muy fuerte por el agua, nutrientes y sustrato para el césped, impidiendo que crezca sano.
Solución: NO planta árboles en praderas y si se hace ponerles un sistema de goteo que les proporcione humedad en profundidad para que las raices se desarrollen en sentido vertical.
Árboles y arbustos
Por el contrario los árboles y arbustos necesitan de riegos espaciados y largos. En este caso lo que nos interesa es que cuando se riegue, se riegue bien, que empape bien la tierra, que la humedad profundice, así no es disparatado 40 minutos o incluso una hora de tiempo en riego por goteo, y en verano hasta dos veces al día. En pleno verano hay que dejar al menos dos días de la semana sin regar y cuando aprieta menos el calor se debe de regar en días alternos o cada dos días. Lo que queremos es que la parte superficial de la tierra se seque y que las plantas busquen la humedad que se guarda más abajo para que creen raices verticales que les permitan anclarse bien y poder desarrollarse de forma compensada. Esta forma de «educar» a las plantas además les permite ser más resistentes a la sequía al disponer de raices profundas.